De un día levantarme de mi cama, tomar mi café mientras miro el reloj para ver si llego tarde y darme cuenta de que esa no es la vida que yo quería, de que no soy la profesora de matemáticas que soñé, ni si quiera soy una psicóloga capaz de ayudar a los adolescentes que quieren suicidarse, a los adolescentes que creen que no valen nada, a aquellos adolescentes que no quieren tener un futuro...miro mi casa y ni si quiera es como la imaginé, no tiene un montón de fotos de mis amigos de cuando era pequeña, aún conservo algunas escondidas en un cajón, y me veo sonriente, parecía tan feliz, con cinco amigos más, cuatro chicas y un chico, ni si quiera recuerdo como se llaman, ni si quiera se porque las sigo teniendo allí, me doy cuenta de que ni si quiera conozco casi a mis amigos de ahora, ni si quiera se si son mis amigos, ni si quiera sé si tengo amigos, entonces voy a mi habitación y no hay ese chico que tanto me ama como yo deseaba, ese chico que me levantara con miles de besos, ese chico con el que compartir miles de momentos, ese chico al que muchos llaman amor de tu vida, sigo caminando y veo la televisión, todo el tiempo desperdiciado alli, mientras como patatas y lloro porque estoy sola, porque me aleje de mi gente, porque ya no tengo nada y porque daría todo lo que tengo por volver a empezar.
Tengo miedo de dejar de luchar por mis sueños, tengo miedo de olvidar quien soy y convertirme en quien nunca quise ser.
Tengo miedo de no ser capaz de salir de los problemas, tengo miedo de hundirme en la soledad, tengo miedo de que mire hacia atrás y que nada sea igual de lo que yo creía.
Tengo miedo si, pero prometo luchar porque nada de eso pase.
Nunca olvides quien eres, nunca olvides tu gente, nunca olvides tus sueños, nunca olvides tus amigos de la infancia, nunca olvides de donde vienes para tener claro a donde vas.